Portugal a pesar de su tamaño, es uno de los países con mayor número de uvas autóctonas, gracias a que durante mucho tiempo estuvo aislada del resto de Europa, lo cual evitó un mayor intercambio con otros países productores como Francia, España o Italia. Este país cuenta con más de 250 uvas autóctonas, de las cuales una gran parte son desconocidas e inexistentes en otras partes del mundo.
La mayoría de los vinos portugueses son el resultado de la mezcla de varias castas nacionales, lo que hace que sean vinos con aromas únicos y carácter singular. Mientras algunas variedades de uvas añaden aromas delicados de fruta, otras incorporan acidez o frescura.